Deseos


 

Leía esta frase por la mañana, y no pude evitar se impactado por ella. Cuantas veces, hablamos de Jesús, cuantas veces decimos y expresamos ser como Él, pero cuantas veces, solo queda en palabras y buenos deseos.
La sociedad no quiere que le sigan hablando. Que le presenten en Cristo, el ideal utópico, de aquello que nosotros predicamos, y ni siquiera es una sombra de lo que expresamos.
En concreto, muchas veces decimos una cosa, pero vivimos otra.
Nuestro Cristo, es más bien, mental, que experimental.
Y es entonces donde fallamos, vez tras vez, se hace una rutina, predicar algo que en realidad, no está hecho carne en cada uno de nosotros.
Como lo logramos revertir esta situación?
Creo que tres acciones son minimamente el génesis, "desear cambiar", "empezar" y el tercer desafío, "permanecer".
Será imposible llevar algo a cabo, que no sea nuestro deseo, no podemos seguir a Cristo sino le deseamos. La palabra dice:
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
Isaías 53:2
Isaías habla de Cristo, si no hay deseo por Él, entonces no hay nada.
Los próximos dos pasos estarán condicionados por este primero. Si este primer paso no es una realidad en vos y en mi, entonces no podremos "empezar" y "permanecer", no por lo menos en Su propósito.
Que nazca en nuestros corazones un deseo profundo por Cristo. Un deseo que nos lleve a alcanzar, un grado de entendimiento del llamamiento tan profundo y precioso, que el Padre ha hecho al susurrar tu nombre.

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