Una entrevista muy particular



Una entrevista muy particular

Estaba leyendo un libro, y hubo una entrevista muy interesante que quiero compartirles… para disfrutar dicha entrevista debemos apelar a nuestra imaginación y jugar un poco, la entrevista es entre La Prensa de Tierra Santa (PTS) y Moisés, espero disfrute tanto esta gran charla como yo…

PTS: cuéntanos acerca de tu conflicto con los egipcios

MOISÉS: ah, los egipcios… gente grande. Fuertes guerreros. Malos como serpientes

PTS: Pero te escapaste.

MOISÉS: No antes de que fuesen tragados por el agua.

PTS: te refieres al conflicto del Mar Rojo.

MOISÉS: Así es. Eso fue atemorizante.

PTS: Cuéntanos lo que sucedió.

MOISÉS: Pues verás el Mar Rojo se encontraba de un lado y los egipcios del otro.

PTS: ¿Así que atacaron?

MOISÉS: ¿Bromeas? ¿Con medio millón de apiladores de piedras? No, mi pueblo tenía demasiado miedo. Deseaba regresar a Egipto.

PTS: ¿Así que les dijiste a todos que retrocedieran?

MOISÉS: ¿Hacia dónde? ¿Hacia el agua? No teníamos bote. No teníamos donde ir.

PTS: ¿Qué recomendaban tus líderes?

MOISÉS: No les pregunté. No había tiempo.

PTS: ¿Después qué hiciste?

MOISÉS: Le dije a la gente que se quedara quieta.

PTS: ¿Quieres decir que sabiendo que venía el enemigo, les dijiste que no se movieran?

MOISÉS: Sí, les dije: “Estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros”.

PTS: ¿Por qué querrías que la gente permaneciese firme?

MOISÉS: Para que no estorbasen a Dios. Si uno no sabe qué hacer, lo mejor es quedarse quieto hasta que Él haga lo suyo.

PTS: esa es una estrategia extraña, ¿no te parece?

MOISÉS: Sí lo es, si se tiene el tamaño adecuado para la batalla. Pero cuando la batalla es más grande que tú, y deseas que Dios se haga cargo, es lo único que puedes hacer.

PTS: ¿Podemos hablar de otra cosa?

MOISÉS: el periódico es tuyo

PTS: Al poco tiempo del escape de ustedes…

MOISÉS: Nuestra liberación.

PTS: ¿Cuál es la diferencia?

MOISÉS: Existe una gran diferencia. Cuando te escapas, eres tú quien lo haces. Cuando te liberan, otra persona lo hace y tú solo la sigues.

PTS: Bien, a poco de tu liberación, peleaste con los amo… amala… a ver, aquí lo tengo…

MOISÉS: Los Amalecitas.

PTS: Los Amalecitas.

MOISÉS: Gente grande. Fuertes guerreros. Malos como serpientes.

PTS: Pero ganaste.

MOISÉS: Dios ganó.

PTS: Está bien, Dios ganó, pero tú realizaste el trabajo. Peleaste la batalla. Estuviste en el campo de batalla.

MOISÉS: Estás equivocado.

PTS: ¿Qué? ¿No estabas en la batalla?

MOISÉS: No en esa. Mientras el ejército peleaba, llevé a mis amigos Aarón y Hur a la cima de una colina y peleamos allí arriba.

PTS: ¿entre ustedes?

MOISÉS: Contra la oscuridad.

PTS: ¿Con espadas?

MOISÉS: No, con oración. Simplemente levanté mis manos a Dios, como hice ante el Mar Rojo, solo que esta vez olvidé mi vara. Cuando levantaba mis manos, ganábamos, pero cuando las bajaba, perdíamos. Así que les pedí a mis amigos que me sostuviesen los brazos hasta que los Amalecitas hubiesen pasado a ser historia y ganamos.

PTS: Aguarda un segundo. ¿Piensas que el pararte sobre una colina con tus manos en alto marcó una diferencia?

MOISÉS: No ve ningún Amalecita por aquí, ¿verdad?

PTS: ¿No te parece extraño que el general del ejército se quede sobre una colina mientras los soldados pelean en el valle?

MOISÉS: Si la batalla hubiese sido en el valle allí habría estado, pero no era allí donde se llevaba a cabo la batalla.

PTS: Extraña estrategia la tuya.

MOISÉS: Quieres decir que si tu padre fuese más grande que la persona que te propina una golpiza, ¿no lo llamarías?

PTS: ¿Qué?

MOISÉS: Si algún tipo te tiene en el suelo y te está dando golpes, y tu padre está a una distancia que pueda escucharte y te ha dicho que lo llames siempre que necesites ayuda, ¿Qué harías?

PTS: Llamaría a mi padre.

MOISÉS: Eso es lo único que hago. Cuando la batalla es demasiado grande, le pido a Dios que se haga cargo. Llamo al Padre que pelee por mí.

PTS: ¿y viene?

MOISÉS: ¿Has visto últimamente algún judío construyendo pirámides?

PTS: A ver si entendí esto bien. Una vez vences al enemigo quedándote quieto y otra ganas la batalla levantando los brazos. ¿De dónde sacaste todo eso?

MOISÉS: Bueno, si te lo dijese, no me creerías.

PTS: Haz la prueba.

MOISÉS: Pues verás, había cierta zarza ardiente y me habló.

PTS: Tal vez tienes razón. Guardemos eso para otro día.

¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ HACIENDO DIOS CUANDO TE ENCUENTRAS EN UN APRIETO? ¿Cuándo el bote salvavidas empieza a hace agua? ¿Cuándo se corta la cuerda del paracaídas? ¿Cuándo se acaba el último centavo antes de pagar las cuentas? ¡¿Qué es lo que está haciendo Dios?
Sé lo que estamos haciendo nosotros. Comiéndonos las uñas como si fuesen mazorcas. Caminando como león enjaulado. Tomando pastillas. Sé lo que hacemos nosotros.
¿Pero qué hace Dios? Gran pregunta. Si Dios está durmiendo, estamos fritos. Si está cruzado de brazos mientras mueve la cabeza, estamos perdido. Amigos, llegó la hora de aterrizar. ¿Qué es lo que está haciendo Dios?... no se ustedes pero yo tengo el mismo Dios que tuvo Moisés, mi Dios pelea por mí… mi parte en la batalla es escucharlo y saber qué hacer mientras Él pelea por mí.

Yasmin Falconnat

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